Del pintor estadunidense contemporáneo,
Michael Creese
La
tarde se pierde en cámara lenta,
se
esconde de a poco detrás de las sierras.
Se
pierden los tonos y ganan los pardos,
se
yerguen los rosas en el horizonte,
Y
el azul violeta transforma el entorno.
Entonces
Me
visto de noche, con lentejuelas.
Me
esperan las rondas
en
valles oscuros que pronto despiertan.
Me
visto de seda, me abrigo de sombras
Me
quedo en silencio, me quedo a la espera.
Me
duermo de miedo, me acuna el silencio.
Entonces
Un
canto de aves invade los llanos,
se
fugó el lucero, y con él, las estrellas.
Un
frescor dulzón desparrama la niebla,
se
asoma despacio el rey de estos cielos,
Se
abre camino entre oros y rosas,
tiñendo
el paisaje de luz mañanera.
Entonces
Me
visto de día con una sonrisa,
con
alas al viento, salgo a la vida.
2024
Que bello poema, amiga.!
ResponderEliminarEs una elegía a la vida misma. Un canto de amor que transforma las oscuridades del ser en un paisaje luminoso de pura espiritualidad.
Me encantó. Gracias por compartir.
Gracias! Eduardo. Valoro mucho tu opinión
ResponderEliminarUn canto a la vida, la alegría de disfrutarla y la belleza de la naturaleza. Gracias por transmitir esperanzas en tan hermosa poesía.
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