Una densa bruma,
Cubría el Riachuelo
Una luz difusa,
Contorneaba figuras,
Las que brotan del silencio,
De amaneceres oscuros.
El brazo ajeno,
Tomaba la fina cintura
Su rostro, se escondió
Sutilmente,
tras el pucho
Y su tez oscura.
Los vio juntos, pasar,
En cadencioso andar.
No pudo más
El resto de la noche
Lo tragó sin piedad
Su abatido corazón
Apostó descansar
Y en el limpio zaguán
Lo descubrió el sol.
Me ha gustado tu poema, me quedo con estos versos:
ResponderEliminarNo pudo más
El resto de la noche
Lo tragó sin piedad
Su abatido corazón
Apostó descansar
Y en el limpio zaguán
Lo descubrió el sol.
un abrazo
fus
Gracias amiga por este maravilloso poema. Preciosa manera de empezar un lunes leyéndolo.
ResponderEliminarUn abrazo!!