Edificios




Cartagena de Indias, ubicada a orillas del mar Caribe y fundada en 1533 por el español Pedro de Heredia, es una ciudad colombiana conocida como la “Ciudad amurallada”, erigida desde 1959 como Patrimonio Nacional de Colombia, y por la Unesco Patrimonio de la Humanidad desde 1984. 






Con el paso del tiempo, Cartagena ha desarrollado su zona urbana, especialmente la zona hotelera y turística donde pueden apreciarse hermosos edificios de departamentos, y majestuosos hoteles. Ha conservado su Centro histórico que la hizo famoso y su puerto ha alcanzado gran importancia para Colombia, el Caribe y el mundo. Este desarrollo urbano de la ciudad ha convertido a Cartagena en uno de los destinos favoritos del turismo nacional e internacional.















Inspiración:

Edificios

Blancos, imponentes, esbeltos,
Rodeando la bahía,
Como alcanzando el cielo
En el rol de vigías.
Talentosos en su arquitectura
Desafiando las alturas,
Se yerguen con autoridad
Dominando el mar.
Representan el progreso
En esta tierra caribeña
Y ocupan en la historia, su lugar.
Son, la otra cara de Cartagena.
 
2013



Lugares que inspiran
Letras que nacen

Este poema fue publicado también en 2017 en otro blog de mi autoría

Comentarios

  1. El año pasado tuve la feliz oportunidad de visitar Cartagena de Indias y, por eso mismo, puedo entender que tú, admirada amiga, le cantes y resaltes con tanto entusiasmo a la llamada "ciudad heroica".
    Hermosas las fotografías que publicas y me gusta cómo resaltas poéticamente la arquitectura de esta bella ciudad costera de Colombia.
    Un día antes de dejar el hotel para viajar de regreso a Cali y continuar mis vacaciones por Colombia, escribí un poema que, de pronto, comenzó a escucharse en mi cerebro.

    Cartagena de Indias

    En esta Cartagena de Indias,
    en esta heroica guerrera,
    se quedaron mis huellas ancladas
    a la pátina amarga de su historia,
    su mar bravía bebió de mis sudores
    y el beso de la brisa de la tarde
    me traía el olor de los almendros.
    No estaba Amaranta, vientre de fuego,
    y García Márquez vigilaba los recuerdos.
    ¡Ay, yo te extrañé siempre,
    hembra amurallada, de vientre húmedo,
    siempre te extrañé!

    Gustavo Figueroa Velásquez
    ©

    Te dejo un abrazo apreciada amiga.

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Gracias por leer mis poemas, una forma de compartir sentimientos y emociones.